Mis entrenadores. Gianni De Biasi
En todos estos años de fútbol, no tengo dudas de que de las personas que más he aprendido es de los entrenadores que he tenido el gusto (no todos) de conocer.
A los que nos apasiona conocer las tripas de este deporte, poder estar cerca de los más cualificados, los técnicos, me parece un privilegio del que hay que hacer uso. De todos y cada uno, y son un montón, me he quedado con cosas, la mayoría positivas y a lo largo de este blog iré dejando mis impresiones sobre ellos. Algunos han alcanzado fama y reconocimiento mundial, como mi amigo Rafa o, más recientemente, otro de mis amigos, Juande, con el que empecé como periodista allá por 1994. Quién le iba a decir a él, y a mí que las cosas estarían como están a día de hoy, pero su ejemplo es el perfecto para cualquiera que busca mirarse al espejo de un triunfador hecho a sí mismo.
Pero ahora me ocupo del último que he conocido, que es el primero del que escribiré. Gianni De Biasi es un tio grande, un triunfador a la espera del gran triunfo y sólo él ha conseguido que esta temporada de mierda del Levante merezca la pena. Gianni es una persona que no engaña y que va de cara siempre. Irradia positivismo las 24 horas del día y contagia buenas sensaciones con sólo escucharlo, mirarlo… es una de esas personas que con su presencia ilumina una reunión, un vestuario, una comida… brilla con luz propia. Tiene algo que no tenemos el resto, es una persona cultivada, viajada y que aprovecha para conocer las ciudades y sus gentes. Cae bien a todo el mundo y, lo más importante, no es sólo fachada, más bien lo contrario. Creo que tuve el privilegio de ser el primero en hablar con él antes de que firmara por el Levante, unos minutos por teléfono en los que desprendía tanta ilusión que pensé que con él todo era posible.
Sin duda, Gianni es una gran entrenador que ha llegado a un mal club en el peor momento posible. Suele pasar. Estoy seguro de que si entrenase a cualquier otro equipo de España o a otra plantilla del Levante de años anteriores, su cotización en la Liga se dispararía, porque si es una magnífica persona, se supera con creces en lo profesional. De entrada aterrizó en Valencia con un ejército de ayudantes, lo que los mediocres de siempre utilizaron para criticar por el dispendio (total, para no pagarles luego), en lugar de ensalzar que un profesional venga con los máximos medios posibles a un club amateur necesitado de gente como él. Rápidamente contrató una profesora de español y su dominio del idioma es asombroso.
Verlo trabajar cada día es una lección, se nota que las cosas no se hacen porque sí, todo tiene una explicación, cada ejercicio busca una meta, está ahí por algo y los detalles se cuidan como el fútbol de élite requiere. Chapeau para él por todo ello, pero más aún por la faceta psicológica.
En una situación tan dramática como la del Levante, con exodo de jugadores, problemas de pagos, denuncias, un plantel de bajísimo nivel… cualquier otro habría hecho ya las maletas (yo mismo se lo he recomendado varias veces), pero aquí sigue Gianni, con dos cojones y unas ganas de comerse el mundo a diario que merecen mucho más premio del que ofrece la clasificación. Pero su equipo es lo que es, es imposible sacarle más jugo.
Pese a ello, si el fútbol lo gobernasen presidentes inteligentes y profesionales cualificados, valorarían a los entrenadores y los ficharían por su trabajo, no por sus resultados. En todos los partidos que ha jugado el Levante de De Biasi, su equipo ha estado mejor plantado, sabía mejor qué y cómo hacer las cosas… pero perdía porque sin un mínimo de calidad individual es imposible andar por Primera. Pero mirando más allá del marcador, cualquier profesional observa que el trabajo del técnico italiano es muy bueno y que, con otros mimbres, construiría un gran cesto. La comparación en la ciudad es inevitable y nadie duda de que De Biasi, por ejemplo, le da mil vueltas a Koeman y que con el plantel del Valencia haría maravillas. Le bailó en el derbi de la ciudad, bailó a Schuster y su poderoso Madrid y bailará al que se le ponga por delante. Otra cosa es que el Levante gane. Eso es un milagro.
Gianni tiene todo lo que trajo a Valencia el mejor Claudio Ranieri, ilusión, profesionalidad, alegría, conocimiento del mercado… por eso entre él y su equipo de trabajo, una entidad puede construir un gran futuro, edificar con él un proyecto que huele a máxima garantía. Ojalá algún club me demuestre que en este fútbol aún se trabaja con profesionalidad y apueste por contratarle, ojalá ese club fuera el Levante que intentara renacer de su crítica situación con Gianni como guía porque él está tan ilusionado que hasta aceptaría dirigir la nave granota en Segunda, siempre y cuando hubiera un proyecto serio detrás.
Después de lo que hizo en Modena, Brescia y Torino (repásenlo y alucinen), ya ha demostrado que está capacitado para todo y que sólo el no haber sido un futbolista de élite le impide llegar a un banquillo de más nivel. Yo estoy seguro de que lo conseguirá, en España, en Italia o donde sea, que será campeón y, también estoy seguro que, allá donde lo consiga, seguirá siendo amigo mío.
Fonte: Miguel Angel Vara